miércoles, 2 de julio de 2014

La Décima



Vicente Gómez Martínez Espinel (Ronda, 28 de diciembre de 1550 - Madrid, 4 de febrero de 1624) fue un sacerdote, escritor y músico español del Siglo de Oro. A partir de sus Diversas rimas de 1591, transformó la estructura de la décima, estrofa conocida también como espinela en su homenaje. En la música se hizo famoso por dar a la guitarra su quinta cuerda, añadiendo una cuerda más aguda - llamada mi agudo o prima - a las cuatro existentes en aquel momento.

información extraída del sitio: http://es.wikipedia.org/wiki/Vicente_Espinel

La décima de ESPINEL constituye una composición tan perfecta como el soneto, sin sus pretensiones heroicas, por cuya razón ha sido siempre preferida a éste para expresar un pensamiento completo, aunque más sencillo que el que al soneto corresponde. La décima se compone de dos estrofas de cuatro versos octosílabos cada una conconsonantes del primero con cuarto, y del segundo con tercero, entre las que se introducen otros dos versos octosílabos auxiliares del pensamiento para ligar entre sí la tesis y la conclusión: los consonantes de estos dos auxiliares se ligan el primero con el cuarto y el segundo con el séptimo. La tesis de la composición, en la décima, se presenta y desenvuelve en la primera redondilla; el silogismo para la prueba del pensamiento se establece en los dos versos posteriores. y la segunda cuarteta completa con perfección el raciocinio poético. Esto no era lo conocido ni practicado antes de ESPINEL, aparte del elemento armónico en la rima de su nueva composición. ESPINEL sólo nos dejó un modelo de su obra: aquellos versos que comienzan así:

No hay bien que de mal me guarde
temeroso y encogido,
de sin razon ofendido,
y de ofendido cobarde.
Y aunque mi queja ya es tarde,
y razon me la defiende,
más en mi daño se enciende:
Que voy contra quien me agravia,
como el perro, que con rábia
a su propio dueño ofende.
Ya esta suerte que empeora,
se vió tan en las estrellas,
que formó de mi querellas,
de quien yo las formo ahora.
Y es tal la falta, señora,
de este bien, que de pensallo
confuso y triste me hallo,
que si por vos me preguntan
los que mi daño barruntan
de pura vergüenza callo...


Información extraída del sitio: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/vida-del-escudero-marcos-de-obregon--0/html/ff056b5c-82b1-11df-acc7-002185ce6064_4.html


El Canto a lo Divino es una expresión de religiosidad popular campesina de la zona central de Chile, que combina poesía en décimas cantada con acompañamiento de guitarra o guitarrón y cuya tradición se remonta al siglo XVI. Este himno tradicional a la Virgen María ha sido entonado por generaciones y generaciones de creyentes.

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón,
mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.

Información extraída del sitio: http://www.iglesia.cl/especiales/virgendelcarmen/bendita_pureza.html


Volver a los diecisiete
después de vivir un siglo
es como descifrar signos
sin ser sabio competente,
volver a ser de repente
tan frágil como un segundo,
volver a sentir profundo
como un niño frente a Dios,
eso es lo que siento yo
en este instante fecundo.

Mi paso retrocedido
cuando el de ustedes avanza,
el arco de las alianzas
ha penetrado en mi nido,
con todo su colorido
se ha paseado por mis venas
y hasta la dura cadena
con que nos ata el destino
es como un diamante fino
que alumbra mi alma serena.

Lo que puede el sentimiento
no lo ha podido saber,
ni el más claro proceder
ni el más ancho pensamiento,
todo lo cambia el momento
cual mago condescendiente,
nos aleja dulcemente
de rencores y violencias,
sólo el amor con su ciencia
nos vuelve tan inocentes.

El amor es torbellino
de pureza original,
hasta el feroz animal
susurra su dulce trino,
detiene a los peregrinos,
libera a los prisioneros,
el amor con sus esmeros
al viejo lo vuelve niño
y al malo sólo el cariño
lo vuelve puro y sincero.

De par en par la ventana
se abrió como por encanto,
entró el amor con su manto
como una tibia mañana,
al son de su bella diana
hizo brotar el jazmín,
volando cual serafin
al cielo le puso aretes
y mis años en diecisiete
los convirtió el querubín.

Estribillo

Se va enredando, enredando,
como en el muro la hiedra,
y va brotando, brotando,
como el musguito en la piedra.
Ay si sí sí
aay si si si.

La composición que, como hemos dicho, pertenece al género de la música folklórica chilena denominado sirilla, formalmente representa una décima continua asonantada con estribillo final, el que se incluye al término de cada décima cuando el poema se actualiza en canción. Las ocho décimas asonantes, de tipo tradicional (ABBA AC CDDC), más su correspondiente estribilío, conforman una estructura solidada sabiamente concebida de acuerdo con el efecto rítmico y el sentido del poema-canción. Su tema es el amor, tópico recurrente tanto en la propia creación de Violeta Parra como en el folklore de origen hispano, pero de lo que específicamente se trata aquí es del poder transformador del sentimiento amoroso que la poeta constata en sí misma y proyecta a los demás, porque si en ella el amor obra el milagro de hacerla «volver a los diecisiete» (‘st. 1), invirtiendo el curso del tiempo —«Mi paso retrocedido/cuando el de ustedes avanza» (vv. 11 y 12)—-; el amor que «detiene a los peregrinos» (y. 35), también «libera a los prisioneros» (y. 36), «al viejo lo vuelve niño! y al malo sólo el cariño/lo vuelve puro y sincero» (Vv. 38, 39 y 40).

información extraída del sitio: http://revistas.ucm.es/index.php/ALHI/article/viewFile/ALHI9999221141A/22438

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