viernes, 9 de octubre de 2015

Romance a Curicó de Edmundo Márquez Bretón

"Empecé siendo un convento"
Empecé siendo un convento
De Tutuquén en el prado
El ombligo de la Isla de Curicó
Que llamaron.
La Virgen de la Velilla
Alumbró mi sueño largo
Y bueno frailes franciscanos
En su cedro me engendraron.
Don Manuel Díaz Fernández
-recio caballero hispano-
Donó mis primeros muros
Con largueza de un hidalgo.
Loicas y Tencas entonan
Lo nuevos bíblicos salmos
En las haciendas vecinas
Entre trigales y prados.
“Buena Vista” me decían
Recoleto campo llano
Cuatro casonas de adobe
Esa ese frágil poblado
Año mil setecientos
Del cuarenta y tres entrado
En el convento se hospeda
Velasco Don José Manso.
A mayor gloria de Dios
Y de su rey soberano
De mi nacimiento extiende
El primer certificado.
No hubo salva de cañones
Pero si tierras donaron
Doña Mónica Donoso,
Solorza Alférez Hispano.
Como villa me codeo
Con otras que se crearon
Por el prolífico Conde
Por su prez y por su rango.
Mas las frías “Aguas Negras”
A mi salud quebrantaron
Debí mudarme de casa
De un cerro tras el amparo.
“Romances de San José de Buena Vista de Curicó” de Edmundo Márquez Bretón, investigación y Compilación por Rodolfo de los Reyes Recabarren, 2009.